Jornada de convivencia
Este año los santaneros, entre Adviento y Navidad, hemos
vivido una experiencia muy gratificante.
Nuestro
párroco nos trasladó, al grupo de Cáritas Parroquial, lo conveniente que sería
tener una jornada de convivencia entre las personas que conformamos ese grupo,
los voluntarios de Cáritas Diocesana que realizan su labor en la parroquia y
los usuarios o beneficiarios de nuestra organización.
Pensamos en juntarnos un domingo, después de la misa de mediodía, en el patio de las antiguas escuelas y alrededor de los fogones.
Todo
resultó bastante más fácil de lo esperado. Y todo fue fácil por la disposición
de todas las personas, tanto del grupo como voluntarios y usuarios.
En este apartado y para hacer justicia, tengo que
detenerme y comentar la magnífica labor y cooperación que nos brindaron ese
grupo de jóvenes pertenecientes a la Hermandad del Refugio y Flagelación y de
los que nos sentimos tremendamente orgullosos. Dos de ellos ya son de manera
formal, miembros del grupo parroquial de Cáritas. Muy interesante y conveniente
puede resultar estrechar lazos entre los diferentes movimientos de la
parroquia.
La
mañana amenazaba lluvia, pero eso no menguaba la ilusión y las ganas que
teníamos de que todo saliera bien. Y todo salió bien.
Habíamos preparado dos sofritos, una
paellera con su carne, sus pimientos asados, unos colorados y verdes otros, sus
ajos, su vino blanco y su oloroso, y sus nada despreciables nueve kilos de
arroz. La otra paellera estaba repleta de solidaridad, de ganas de sonreír y
pasarlo bien, de desear que los tres subgrupos se fundieran en uno, de
conocernos más y mejor, de escuchar con atención a quien tienes a tu lado, de
ser feliz y de hacer feliz.
Y
todo salió bien. Estuvimos muchos. Setenta, ochenta, muchos y bien avenidos.
Hubo bastantes familias completas. Que alegría ver tres generaciones de una
misma familia. Y todo salió bien y todos estaban contentos.
A mediodía paró la lluvia para permitir que los pequeños
se divirtiesen jugando tan alegremente en el patio, con sus caras
pintadas y sus corazones contentos y alegres.
Y
todo salió bien. Y llegamos a los postres. Y empezaron los cantos y las palmas,
y la gente estaba contenta, muy contenta.
Me gustaría explicar pero no sé, como bailaban los niños, y como hacían palmas. Seré un ignorante del cante y del
baile flamenco, pero como lo sentí lo digo: artistas, me parecieron verdaderos
artistas de esos que triunfan por los teatros. Qué bien bailan.
Que
buena idea tuvo nuestro párroco. Y todo salió bien. Quedamos para el año que
viene.
José Manuel Ruíz López
Grupo Cáritas Parroquial
Santa Ana - Guadix.
Grupo Cáritas Parroquial
Santa Ana - Guadix.
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