El próximo Miércoles, día 20
de Mayo se abrirá de nuevo al culto nuestra Iglesia parroquial, pero como bien
sabéis no volvemos a la normalidad anterior a la pandemia. A partir de ahora entramos
en una fase restrictiva. La situación puede mejorar pero, aunque no nos guste
decirlo puede también empeorar. Lo que venga dependerá también de nuestro
comportamiento. Hay que observar las orientaciones sanitarias que se nos den
por bien de todos, es decir por caridad hacia todos. Y, además, porque aunque
en otros ámbitos no se observen las indicaciones como es debido a la Iglesia no
se le pasará ni una. De esta forma os comunico las siguientes indicaciones
deseando que llegado el caso nadie se moleste cuando se le tenga que advertir
una conducta incorrecta en la Iglesia.
LA ENTRADA: se deberá venir
con mascarilla y con guantes. No se tocarán las puertas, que estarán abiertas. En la entrada habrá una
alfombrilla para desinfectar el calzado y un recipiente con hidrogel para
lavarse las manos. Un rollo de papel para
secarse y una papelera para depositar el papel usado.
No hay agua bendita en las
pilas.
Se ocuparán los bancos
señalados, a dos personas por banco. Con un banco vacío intercalado, hasta
completar un tercio del aforo de la Iglesia, entre 35 y 40 personas. Se
ocuparán los primeros bancos como se vaya llegando.
Aunque en la Iglesia por
respeto no se debe hablar, ahora es menos recomendable todavía.
Durante la celebración de la
Misa seguimos con la mascarilla puesta. Nos daremos La Paz con un gesto sin
estrechar la mano ni besarnos. La comunión se recibe en la mano. Si se comulga
en la boca, nos bajaremos la mascarilla sin quitarla, y comulgaremos en el
último lugar de la fila.
Al finalizar la celebración
saldremos de la Iglesia comenzando por los últimos bancos, sin hacer grupos ni
hablar.
No se toca nada, ni se dejan
las mascarillas ni los guantes encima del banco. Los bancos se desinfectarán
convenientemente a la salida de los fieles y antes de que haya otra Misa.
La sacristía queda cerrada
al acceso espontáneo de cualquiera. Quien quiera hacer una consulta llamará a
la puerta y entrara él solo, de uno en uno.
Para confesar, siempre con
mascarilla, ocuparemos el conocido como Despacho, y guardando la distancia que
se pide. Desde luego, y después de
este tiempo transcurrido es bueno y necesario que confesemos. Así mismo que hagamos
la Renovación de las Promesas Bautismales que no pudimos hacer en la Vigilia
Pascual.
Os deseo a todos un feliz
Domingo, mucha esperanza, y prudencia para no bajar la guardia que nos la
estamos jugando.
Una cosa importante. No se
hace colecta pasando las cestas. Se ponen en una mesa al final De la Iglesia
para recoger los donativos y limosnas que haya.
Vuestro párroco
Juan Sáez.
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