lunes, 27 de abril de 2020

Cáritas de la diócesis de Guadix nos invita a ser solidarios


Cáritas de la diócesis de Guadix comunica que cada vez son más las personas y las familias que solicitan su ayuda para salir adelante. Tras el mes y medio de confinamiento y la falta de trabajo, son muchas las familias que necesitan ayuda, cada vez más. Muchas de ellas ya vivían en precario antes de la crisis que está llegando tras el parón de la economía por causa de la pandemia del Covid-19, y ahora la falta de trabajo está agudizando su situación.

Información completa en la diócesis de Guadix

sábado, 25 de abril de 2020

Tercer domingo de Pascua: Evangelio de hoy y lecturas


Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 14. 22-33


El día de Pentecostés Pedro, poniéndose en pie junto a los Once, levantó su voz y con toda solemnidad declaró: «Judíos y vecinos todos de Jerusalén, enteraos bien y escuchad atentamente mis palabras.

sábado, 18 de abril de 2020

Segundo Domingo de Pascua

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 42-47

Los hermanos perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones.
Todo el mundo estaba impresionado, y los apóstoles hacían muchos prodigios y signos. Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno.

jueves, 16 de abril de 2020

Hermanos y Hermanas. Amigos todos.


Permitidme que iniciada ya la Pascua vuelva a entrar en vuestras casas para saludaros en el nombre del Señor Resucitado:

! Paz a vosotros !

La dificultad que estamos padeciendo estos días para no perder el ritmo de la celebración, cuando sentimos sobre todo no poder recibir al Señor en la Eucaristía, se ha querido compensar en bastantes casas con algunas celebraciones sencillas pero con mucho sentido y creatividad con la lectura de la Palabra De Dios y la oración en familia. Muchos han puesto su pequeño altar en el salón, presidiendo en la mesa la Sagrada Biblia, el crucifijo y algunos signos, como un pequeño cirio que nos recuerda la Vigilia Pascual.




Estos últimos días de la Cuaresma y de la Semana Santa han sido días de atención sincera a la celebración de la Muerte y Resurrección del Señor. Y por qué no decirlo de tristeza. Nunca nos vimos así, la mayoría, viviendo una Semana Santa tan extraña. Pero, llegados a este momento en que nos encontramos, la Octava de Pascua, quiero comunicaros que ahora, en estos cincuenta días de la Pascua vivimos en la Iglesia el “tiempo fuerte” por excelencia, celebrado como si fuera un solo día, como UN GRAN DOMINGO. Por tanto, continuemos acrecentando el esfuerzo por hacer presente en la casa la alegría y el júbilo por la Resurrección del Señor.

Ambientad el salón de la casa y no abandonéis la oración en familia, sobre todo el Domingo, con las lecturas correspondientes.                   Es verdad que nada podrá suplir la presencia real de Cristo Resucitado en la Eucaristía que tanto añoramos, pero no ignoremos que la presencia real del Señor adquiere formas diversas, porque Él se hace presente en nosotros por su Espíritu. Por ejemplo “donde dos o más nos reunimos en su nombre”.      

Y, aunque seguiré en contacto con vosotros por medio de este Blog, quiero ahora recordar el significado tan grande que tiene estos días pascuales el agua, que nos recuerda el Bautismo y la RENOVACIÓN de las Promesas Bautismales que no hemos podido hacer todavía este año al no celebrar la Vigilia Pascual.

Os sugiero que en esa mesa adornada que tenéis como altar en el salón pongáis un recipiente adornado con agua, para recordar con los hijos el día de vuestro Bautismo, y examinar en silencio nuestra vida Cristiana. Puede ser una buena preparación para la renovación solemne de las Promesas que haremos en la Iglesia cuando Dios quiera, y rezad juntos el Credo.

Os deseo siempre lo mejor. Que el Señor os bendiga. Un abrazo a todos.

Vuestro párroco,

Juan Sáez.

lunes, 13 de abril de 2020

SECUENCIA PASCUAL
Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte en singular batalla
y, muerto el que es la Vida, triunfante se levanta.
¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?
A mi Señor glorioso, la tumba abandonada,
los ángeles testigos, sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea, allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos la gloria de la Pascua.
Primicia de los muertos, sabemos por tu gracia
que estás resucitado; la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate de la miseria humana
Iy da a tus fieles parte en tu victoria santa.

Órgano de la catedral de Notre-Dame, Paris



domingo, 12 de abril de 2020


Rezar el Regina Coeli

   Regina Coeli (o Regina Cæli) es el nombre de una oración mariana y cristológica de la Iglesia católica en honor de la Virgen. Son las palabras latinas con que abre el himno pascual a la Santísima Virgen María que traducidas al español son “Reina del cielo”, es una composición litúrgica a manera de felicitación a María por la resurrección de su Hijo Jesucristo.

   El Regina Coeli sustituye el rezo del Ángelus durante el tiempo pascual. Litúrgicamente está prescrita en el Breviario Romano desde las completas del Sábado Santo hasta la hora nona del sábado posterior a Pentecostés.



Oración del Regina Cæli
V/. Reina del Cielo, alégrate; aleluya.
R/. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
V/. Resucitó según dijo; aleluya.
R/. Ruega por nosotros a Dios; aleluya;
V/. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
R/. Porque resucitó en verdad el Señor; aleluya.

Oración: ¡Oh, Dios!, que te dignaste alegrar al mundo por la Resurrección de tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo: concédenos, te rogamos, que por la mediación de la Virgen María, su Madre, alcancemos los gozos de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.


sábado, 11 de abril de 2020



Domingo de Resurrección

Laudes

INVOCACIÓN INICIAL
Guía: Señor, ábreme los labios.
Todos: Y mi boca proclamará tu alabanza


INVITATORIO

Se reza el invitatorio cuando laudes es la primera oración del día.

Guía:    R/. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.

Salmo 94

Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. R/.

Oportunidad

Hoy *Sábado Santo*, desde Turín, se va a mostrar durante media hora, de 16:55 a 17:30h, la *Sábana Santa*, en el día que la Iglesia acompaña a Cristo en el sepulcro.

Podremos verla online gracias a RAI 3 en el siguiente enlace:

https://webtvhd.com/rai-tre-live.php

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https://es.zenit.org/articles/sabado-santo-el-papa-se-unira-a-la-oracion-online-ante-la-sabana-santa/

viernes, 10 de abril de 2020

Comunicado del obispado

Hemos recibido una misiva de nuestro Obispo que procede de la Conferencia episcopal, que entre otras cosas dice:

La Iglesia celebra este Domingo de Pascua la victoria de Cristo sobre la muerte. Este anuncio nuclear de nuestra fe tratamos de hacerlo llegar con múltiples testimonios e iniciativas. Deseamos pregonarlo, aun con lágrimas en los ojos.
La Comisión Ejecutiva de la CEE hace esta propuesta: Voltear las campanas de todos nuestros templos el Domingo de Resurrección a las 12 del mediodía unidos al papa Francisco en su bendición “urbi et orbi” con este lema:

Jesucristo ha resucitado, anuncia y realiza la victoria de la vida sobre la muerte. Somos testigos de esta esperanza.


Sábado Santo
Lucernario Pascual-Bautismal

En un lugar adecuado de la casa congregados se pone un cirio que se mantiene apagado hasta que la celebración indique su encendido.

INTRODUCCIÓN
 Guía:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén

MONICIÓN INICIAL
 Lector:

En esta noche santa, en que nuestro Señor Jesucristo ha pasado de la muerte a la vida, la Iglesia invita a sus hijos a que se reúnan para velar en oración. Si recordamos así la Pascua del Señor, escuchando su palabra, podremos esperar tener parte en su triunfo sobre la muerte y vivir con Él en Dios.

BENDICIÓN Y ENCENDIDO DEL CIRIO
 Ahora se coge el cirio y se graba una cruz inscribiendo el año en curso y las letras griegas Ἁ y Ὡ.

Después de enciende.

 
Guía:

Te ofrecemos, Señor, la figura de este brillante cirio, encendido con el fuego divino, por el cual tú mandaste, según tu voluntad, que fuese creada toda la materia.

Y al ofrecértelo, lo encendemos con nuestras indignas manos, rogando a tu bondad que, con el soplo de tu Espíritu Santo, que en otro tiempo apareció en figura de fuego brillante y ardiente dando a los corazones de tus Apóstoles el don de lenguas, te dignes bendecirlo y santificarlo.

Y, así como este potente cirio mata con su penetrante luz las tinieblas de la noche, y resplandece ante los ojos de tu devotísimo pueblo, así también nosotros, llenos de la luz de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, brillemos interiormente y borrada la oscuridad de nuestros pecados, persevere en nosotros la luz de la fe sobrenatural.

Todos: Amén.

Todos: La luz de Cristo, que resucita glorioso, disipe las tinieblas del corazón y del espíritu.



Sábado Santo
Los 7 Dolores de la Virgen María

Guía: Ejercicio de los 7 Dolores de la Virgen María
Todos: Por la señal de la santa cruz…
Guía: Acto de contrición.
Todos:


Señor mío, Jesucristo, me arrepiento profundamente de todos mis pecados. Humildemente suplico Tu perdón y por medio de Tu gracia, concédeme ser verdaderamente merecedor de Tu amor, por los méritos de Tu Pasión y Tu muerte y por los dolores de Tu Madre Santísima. Amén.


Sobre el Evangelio de San Juan


La lectura de la Pasión que se proclama esta tarde en los “oficios” es del Evangelio de San Juan: 18,1 -19,42. El texto que se os ha mandado es más breve. Como tenéis tiempo podéis leer en su integridad la Pasión completa, en vuestra Biblia, alternándose varios lectores de la familia. Os doy alguna clave de este texto en el que San Juan tomará citas del Antiguo Testamento, para decirnos que se ha cumplido en Jesús todo lo que se anunció de Él.

 Como no me puedo extender seré muy breve. Jesús sale de la cena con la determinación de dar la vida: “Nadie me la quita, yo la entrego por decisión propia”. La narración comienza y termina en un Huerto, lugar de vida y fecundidad. Lugar donde el grano va a caer y morir para dar mucho fruto. El letrero De la Cruz indicaba la causa de la muerte: Los enemigos de Jesús se niegan a reconocerlo como Mesías y quieren impedir que sea reconocido como Rey

El letrero estaba escrito en tres lenguas. Sentido universal de su muerte, como ya había dicho: “Cuando sea levantado de la tierra, tirare de todos hacia mi”  (12,32). Este carácter de la universalidad de la muerte de Jesús cuenta con el símbolo de la división del manto en cuatro partes, aludiendo a los cuatro puntos cardinales, la tierra entera. Desde ahora, en cualquier lugar del mundo se reconocerá a los discípulos como a los herederos de un crucificado, que se distinguen como El  por la práctica del servicio al hombre hasta dar la vida.     

Jesús llama a su madre con el apelativo “Mujer”, como lo había hecho en las bodas de Cana. La HORA que le había anunciado en aquella ocasión, ha llegado ya. Es ahora cuando Él va a dar el vino del Espíritu: El amor de Jesús que va a brotar de su costado en forma de sangre y agua, el vino que alegre la boda nueva y definitiva.

San Juan, al decirnos que los soldados eludieron quebrar las piernas a Jesús, ve el cumplimiento de la Escritura, que mandaba que al cordero pascual no se le quebrase ningún hueso. Jesús es el nuevo cordero De Dios que quita el pescado del mundo. Y es como el Cordero alimento de quienes se unan al éxodo de Jesús. Serán discípulos suyos los que coman la carne de este cordero y beban su sangre, identificados con el amor de Jesús.

Vuestro párroco,

Juan Sáez.

Introducción a la celebración del Viernes Santo


Viernes Santo. Primer día del Triduo Pascual.

Su centro es la cruz que hoy se adora especialmente en la CELEBRACIÓN DE LA PASIÓN DEL SEÑOR, a primera hora de la tarde.

Con Jesús clavado y traspasado muchos hombres y mujeres inocentes siguen siendo hoy sacrificados de muchas maneras en las cruces que se extienden a lo largo y ancho de nuestro mundo. Esta tarde cada familia en su casa puede seguir el guion para la celebración que os ofrecemos desde el blog de la Parroquia.

 Ved, como dijimos ayer, que el Viernes Santo no se celebra la Eucaristía. El Triduo Pascual se condensa inseparablemente como si fuera un solo día en el que la Gran Eucaristía del Triduo y de todo el año que es la de la Vigilia Pascual.

Esta tarde la Celebración tiene tres partes: La lectura de la Palabra, con la Oración Universal, la Adoración de la Santa Cruz, y la Sagrada Comunión que este año no podemos recibir.

Recordad que hoy comienza el Sagrado Ayuno de la Pascua, unidos a la pasión del novio, que nos ha sido arrebatado, anunciamos su muerte ayunando, para poder proclamar la alegría de la Resurrección precisamente, rompiendo el Ayuno.

Os envío la celebración de esta tarde, y a lo largo de la mañana unas aclaraciones sobre la lectura del Evangelio de la Pasión según San Juan.

Es día de oración, os mandamos el Vía Crucis de san Juan Pablo II que podéis hacer juntos la familia.

Vuestro párroco,

Juan Sáez.

jueves, 9 de abril de 2020


Viernes Santo

Vía Crucis

Escrito por San Juan Pablo II          en 2004

INTRODUCCIÓN

Guía: Ejercicio del Santos Vía Crucis
Todos: Por la señal de la santa cruz…
Guía: Acto de contrición
Todos:

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

MONICIÓN INICIAL
Guía:

En esta meditación trataremos de seguir las huellas del Señor en el camino que va desde el pretorio de Pilatos hasta el lugar llamado «calavera», el Gólgota en hebreo (Jn 19, 17). El Vía Crucis de nuestro Señor Jesucristo está históricamente vinculado a los sitios que Él hubo de recorrer. Pero hoy día ha sido trasladado también a muchos otros lugares, donde los fieles del Divino Maestro quieren seguirle en espíritu por las calles de Jerusalén. Habitualmente en nuestras iglesias las estaciones son catorce, como en Jerusalén entre el pretorio y la basílica del Santo Sepulcro. Ahora nos detendremos espiritualmente en estas estaciones, meditando en el misterio de Cristo cargando con la cruz.


Viernes Santo
Las Siete Palabras de Cristo en la Cruz

INTRODUCCIÓN

Colocamos la Sagrada Escritura (Biblia) y encendemos una vela para formar un ambiente de oración. También podemos poner una imagen de la Virgen María.

Guía: El Señor que murió en la Cruz para salvarnos esté siempre con vosotros.
Todos: Y con los hombres de buena voluntad.

MONICIÓN INICIAL
Guía:

Jesucristo, nuestro Señor, el Hijo de Dios hecho hombre, antes de expirar en la cruz, quiso dejarnos, como perlas preciosísimas de sabiduría y amor, siete palabras con las cuales expresaba, como un testamento de amor, los aspectos más esenciales de su mensaje.

Meditar en estas “palabras” junto con María, a los pies de la cruz, es como zambullirse en el gran misterio de la redención y presentarla como única y eficaz tabla de salvación para los hombres de nuestro tiempo, quienes, con tanta facilidad, pasan distraídamente junto a la Cruz, absortos en otras palabras que les dejan vacío el corazón.

Abramos nuestro corazón a la gracia del Señor que, en estos momentos, quiere derramarse abundantemente sobre nosotros al escuchar y meditar sus palabras pronunciadas desde la Cruz.

Interioricemos estas palabras junto a María, al pie de la Cruz, compartiendo sus sentimientos y haciéndolos nuestros.




Viernes Santo. Adoración a la Cruz

 En el lugar donde se va hacer la adoración a la Cruz se coloca un Crucifijo con dos velas.

 INTRODUCCIÓN
Guía: El Señor que nos ha redimido por su muerte en cruz este siempre con vosotros.
Todos: Y con los hombres de buena voluntad.

MONICIÓN INICIAL
Guía: Toda la vida de Jesús ha consistido en revelar el ser de Dios, que es Amor. El amor es el único mandamiento que nos dejó. 
           El Reino, la llamada, su predicación, los milagros, toda su vida entera, han sido la irrupción definitiva de Dios en el mundo para invitar a todos los hombres a entrar en comunión con Él. Jesús ha hecho de su vida una entrega al cumplimiento de la voluntad del Padre.
         El designio de Dios y la libertad del hombre, que rechaza a Dios, han hecho que la salvación pase por la cruz. La cruz es el signo del amor que Dios siente por el mundo; pero también la ejecución de una sentencia injusta, dictaminada por el mundo.
           Puede ser abandono y fracaso, escándalo, y necedad, pero si es ofrecida por Dios, entonces es sabiduría de Dios, salvación, y motivo de esperanza para el mundo


De nuestro párroco D. Juan Sáez


Cuando suenen las campanas esta tarde al tiempo que se canta el “Gloria” habrá terminado la Cuaresma y comenzado el TRIDUO PASCUAL. Lo que representa el domingo para la semana, representa el TRIDUO para todo el año litúrgico.

La Pasión y Resurrección del Señor se conmemora desde la Misa de esta tarde “Misa de la cena del Señor”, hasta las Vísperas del Domingo de Resurrección. Este PASO del Señor de este mundo al Padre, se celebra inseparablemente, como si se tratase de Un SOLO DÍA. De hecho la Misa del Triduo es la de la  Vigilia Pascual.

Para celebrar este PASO del Señor la Iglesia observa desde la antigüedad el SAGRADO AYUNO DE LA PASCUA, el Viernes y el Sábado, para romperlo en la Vigilia Pascual. No es un ayuno de penitencia, sino un ayuno celebrativo. Como se conmemora la muerte del Señor ayunando, se festeja su Resurrección comiendo. Comiendo su cuerpo y sangre en la Eucaristía de la Vigilia.  

La Misa de esta tarde, Jueves Santo, se ha llenado de grandes motivos, la Institución de la Eucaristía, la institución del Sacerdocio, el Mandamiento Nuevo...pero sobre todo, la Misa de la Cena del Señor, que no tiene la significación de la de la Vigilia, es el Pórtico del Triduo, el Gesto de la Entrega Plena que consumará en la cruz por nosotros.

Desde luego el Jueves Santo contempla el gran regalo  de la Eucaristía de la que nos vemos privados esta Semana Santa. Que el deseo de recibirla nos ayude a valorarla más.

Vuestro párroco, Juan Sáez.

martes, 7 de abril de 2020


Jueves Santo

 Memoria de la Cena del Señor y Lavatorio de Pies
INTRODUCCIÓN

 Guía: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

MONICIÓN INICIAL


Guía: Como los primeros discípulos, reunidos con Jesús en el cenáculo la tarde de la víspera de la Pasión, así también nosotros nos hemos congregado aquí esta tarde memorable para recordarle a él, haciendo el mismo gesto del lavatorio de los pies.



El mismo Señor se hace presente, se sienta a nuestro lado “toma una toalla, y se pone a lavarnos los pies diciéndonos: «lo que he hecho yo contigo también haz tú con tus hermanos»”.

LECTURA DEL  EVANGELIO

 Guía: Con atención escuchemos la Palabra de Dios.

Hora Santa
Esta oración se puede hacer entorno a un Icono de Cristo, con alguna vele encendida para crear un ambiento de adoración.

 INTRODUCCIÓN


 Guía: Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar.

 Todos: Sea bendito y alabado.



CANTO


No adoréis a nadie,

Porque solo Él,

a nadie más que a Él.

nos puede sostener.
No adoréis a nadie,

Porque solo Él,
a nadie más que a Él.

nos puede sostener.
No adoréis a nadie,

No adoréis a nadie,
a nadie más.

a nadie más.
No adoréis a nadie,

No adoréis a nadie,
a nadie más.

a nadie más.
No adoréis a nadie,

No adoréis a nadie,
a nadie más que a Él.

a nadie más que a Él.




MONICIÓN INICIAL



Guía:

En esta Noche Santa Jesús, nos tienes aquí presentes, junto a Ti. Queremos acompañarte en estos momentos en que Tú vas a llevar a cabo la obra sublime de nuestra redención, en que vas a entregarte libremente por amor. Esta entrega tuya que se realiza en cada Eucaristía, una entrega con valor eterno. En la celebración la Santa Misa de la Cena del Señor, nos dejabas tres regalos: el Sacerdocio Ministerial, tu presencia viva, real y verdadera en la Sagrada Eucaristía y el Mandamiento del amor.