INTRODUCCIÓN
Guía:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
MONICIÓN INICIAL
Guía:
“¡Hosanna al Hijo de David!”. Con la
celebración del Domingo de Ramos la Iglesia nos disponemos a inaugurar la
Pascua del Señor. Pero ésta no es una Pascua cualquiera, ésta es su Pascua,
aquella cuya sangre, la del Cordero inmolado, víctima por nuestros pecados, nos
alcanzará la verdadera liberación de la esclavitud del pecado y de la muerte.
Signo de esta Pascua verdadera y definitiva es esta entrada regia en Jerusalén,
ciudad del gran rey: los ramos con que Jesús es aclamado como hijo de David son
el anuncio de su Pasión gloriosa, voluntariamente aceptada. Para esta hora
Cristo ha venido al mundo, vivamos su entrega unidos a Él, metidos en su
Corazón, en sus sentimientos más hondos: si con Él morimos, viviremos con Él.
ESCUCHA DE LA PALABRA DE DIOS
Guía: Por este motivo, recordando con fe y
devoción la entrada salvadora, escuchemos la Palabra del Señor para que,
participando de su cruz por la gracia merezcamos un día tener parte en su
resurrección y vida.
LECTURA DEL EVANGELIO – Ciclo A
X Del Evangelio
según san Mateo. Mt
21, 1-11
CUANDO se acercaban a Jerusalén y
llegaron a Betfagé, en el monte de los Olivos, envió a dos discípulos
diciéndoles: «Id a la aldea de enfrente, encontraréis enseguida una borrica
atada con su pollino, los desatáis y me los traéis. Si alguien os dice algo,
contestadle que el Señor los necesita y los devolverá pronto».
Esto ocurrió para que se cumpliese lo
dicho por medio del profeta:
«Decid a la hija de Sión:
“Mira a tu rey, que viene a ti, humilde,
montado en una borrica, en un pollino, hijo de acémila”».
Fueron los discípulos e hicieron lo que
les había mandado Jesús: trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus
mantos, y Jesús se montó. La multitud alfombró el camino con sus mantos;
algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada.
Y la
gente que iba delante y detrás gritaba: «¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el
que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!».
Al
entrar en Jerusalén, toda la ciudad se sobresaltó preguntando: «¿Quién es
este?». La multitud contestaba: «Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea».
Palabra
del Señor.
Todos: Gloria
a ti, Señor Jesús.
Uno de los presentes puede
decir:
Corramos
a una con quien se apresura a su Pasión, e imitemos a quienes salieron a su
encuentro. Pongámonos a sus pies como si fuéramos alfombras y repitamos hoy
aquella exclamación que los niños hebreos cantaban, mientras agitamos los ramos
espirituales del alma: ¡Bendito el que viene, como rey, en nombre del Señor!
¿Hosanna al Hijo de David!
Ahora cada uno coge
en la mano un ramo de cualquier planta.
Guía: Invoquemos
al Señor para que sean bendecidos estos ramos.
Aumenta,
oh, Dios, la fe de los que esperan en ti y escucha las plegarias de los que te
invocan, para que, al levantar hoy los ramos en honor de Cristo vencedor,
seamos portadores, apoyados en él, de fruto de las buenas obras.
Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Todos: Amén
Si se tiene agua bendita
se asperja los ramos en silencio
Guía: Ahora
como los niños hebreos, llevando ramos de olivo en sus manos, salieron al
encuentro del Señor, también nosotros aclamamos:
Salmo 46
R./ ¡Hosana
al Hijo de David! ¡Hosana en el cielo!
Pueblos todos, batid
palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor altísimo es
terrible, emperador de toda la tierra. R./
Él nos somete los
pueblos y nos sojuzga las naciones; él nos escogió por heredad suya: gloria de
Jacob, su amado. R./
Dios asciende entre
aclamaciones; el Señor, al son de trompetas: tocad para Dios, tocad; tocad para
nuestro Rey, tocad. R./
Porque Dios es el rey
del mundo: tocad con maestría. R./
Dios reina sobre las
naciones, Dios se sienta en su trono sagrado. R./
Los príncipes de los
gentiles se reúnen con el pueblo del Dios de Abrahán; porque de Dios son los
grandes de la tierra, y él es excelso. R./
ORACIÓN DE PETICIONES
Guía:
Pidamos
ahora Dios Padre, que por nosotros entregó a su Hijo Jesús a la muerte y lo
levantó sobre todo, como Mediador nuestro.
Lector:
―
Por la Iglesia, que se prepara para celebrar los misterios de la Pasión, muerte
y resurrección de Cristo; que, unida a Él, como a su esposo, se vea renovada en
la caridad y proponga siempre a los hombres la salvación que viene de la cruz
gloriosa de Cristo. Roguemos al Señor.
―
Por nuestra nación y por todas las naciones del mundo, para que Cristo, rey de
paz, instaure en todas las sociedades humanas el suave y poderoso reinado de la
nueva ley del amor. Roguemos al Señor.
―
Por todos aquellos que, como Cristo, se encuentran abandonados y humillados,
para que, unidos a su cruz salvadora, completen con sus sufrimientos lo que
falta a la Pasión de Cristo. Roguemos al
Señor.
― Para que el Señor siga fijando sus
ojos en muchos niños y jóvenes de nuestras parroquias que, siguiendo la llamada
al sacerdocio, continúen transmitiendo su mensaje de salvación y misericordia a
los hombres de nuestro tiempo. Roguemos
al Señor.
― Por nosotros, que nos disponemos a
vivir estos días santos unidos a la cruz de Cristo, para que abramos nuestro corazón
a su gracia y a su misericordia, y por la celebración de su Misterio Pascual,
renueve en nosotros el don de la vida nueva de hijos de Dios. Roguemos al Señor.
Se pueden incluir
alguna intención particular.
PADRE NUESTRO
Guía: Concluyamos
nuestra oración como el Señor Jesús nos enseñó, quien llama Padre a quien nos
creó y nos salvó:
Todos: Padre
nuestro…
ORACIÓN FINAL
Guía: DIOS todopoderoso
y eterno, que hiciste que nuestro Salvador se encarnase y soportara la cruz
para que imitemos su ejemplo de humildad, concédenos, propicio, aprender las
enseñanzas de la Pasión y participar de la resurrección gloriosa.
Por
Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
Guía: (mientras todos hacen
la señal de la cruz)
El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
Todos: Amén.
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