sábado, 4 de abril de 2020

SEMANA SANTA EN FAMILIA Domingo de Ramos

 
INTRODUCCIÓN 

Guía: 
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.



Todos: Amén.

MONICIÓN INICIAL
Guía:
“¡Hosanna al Hijo de David!”. Con la celebración del Domingo de Ramos la Iglesia nos disponemos a inaugurar la Pascua del Señor. Pero ésta no es una Pascua cualquiera, ésta es su Pascua, aquella cuya sangre, la del Cordero inmolado, víctima por nuestros pecados, nos alcanzará la verdadera liberación de la esclavitud del pecado y de la muerte. Signo de esta Pascua verdadera y definitiva es esta entrada regia en Jerusalén, ciudad del gran rey: los ramos con que Jesús es aclamado como hijo de David son el anuncio de su Pasión gloriosa, voluntariamente aceptada. Para esta hora Cristo ha venido al mundo, vivamos su entrega unidos a Él, metidos en su Corazón, en sus sentimientos más hondos: si con Él morimos, viviremos con Él.


ESCUCHA DE LA PALABRA DE DIOS
Guía: Por este motivo, recordando con fe y devoción la entrada salvadora, escuchemos la Palabra del Señor para que, participando de su cruz por la gracia merezcamos un día tener parte en su resurrección y vida.

LECTURA DEL EVANGELIO – Ciclo A
Lector:
X Del Evangelio según san Mateo. Mt 21, 1-11
CUANDO se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, en el monte de los Olivos, envió a dos discípulos diciéndoles: «Id a la aldea de enfrente, encontraréis enseguida una borrica atada con su pollino, los desatáis y me los traéis. Si alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y los devolverá pronto».
Esto ocurrió para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta:
«Decid a la hija de Sión:
“Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en una borrica, en un pollino, hijo de acémila”».
Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús: trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. La multitud alfombró el camino con sus mantos; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada.
Y la gente que iba delante y detrás gritaba: «¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!».
Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad se sobresaltó preguntando: «¿Quién es este?». La multitud contestaba: «Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea».
Palabra del Señor.
Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.

Uno de los presentes puede decir:
Corramos a una con quien se apresura a su Pasión, e imitemos a quienes salieron a su encuentro. Pongámonos a sus pies como si fuéramos alfombras y repitamos hoy aquella exclamación que los niños hebreos cantaban, mientras agitamos los ramos espirituales del alma: ¡Bendito el que viene, como rey, en nombre del Señor! ¿Hosanna al Hijo de David!
Ahora cada uno coge en la mano un ramo de cualquier planta. 

Guía: Invoquemos al Señor para que sean bendecidos estos ramos.
Aumenta, oh, Dios, la fe de los que esperan en ti y escucha las plegarias de los que te invocan, para que, al levantar hoy los ramos en honor de Cristo vencedor, seamos portadores, apoyados en él, de fruto de las buenas obras.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Todos: Amén
Si se tiene agua bendita se asperja los ramos en silencio

Guía: Ahora como los niños hebreos, llevando ramos de olivo en sus manos, salieron al encuentro del Señor, también nosotros aclamamos:

Salmo 46
R./ ¡Hosana al Hijo de David! ¡Hosana en el cielo!


Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor altísimo es terrible, emperador de toda la tierra. R./ 

Él nos somete los pueblos y nos sojuzga las naciones; él nos escogió por heredad suya: gloria de Jacob, su amado. R./ 

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas: tocad para Dios, tocad; tocad para nuestro Rey, tocad. R./ 

Porque Dios es el rey del mundo: tocad con maestría. R./ 

Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado. R./ 

Los príncipes de los gentiles se reúnen con el pueblo del Dios de Abrahán; porque de Dios son los grandes de la tierra, y él es excelso. R./


ORACIÓN DE PETICIONES

Guía:

Pidamos ahora Dios Padre, que por nosotros entregó a su Hijo Jesús a la muerte y lo levantó sobre todo, como Mediador nuestro.

Lector:

― Por la Iglesia, que se prepara para celebrar los misterios de la Pasión, muerte y resurrección de Cristo; que, unida a Él, como a su esposo, se vea renovada en la caridad y proponga siempre a los hombres la salvación que viene de la cruz gloriosa de Cristo. Roguemos al Señor.

― Por nuestra nación y por todas las naciones del mundo, para que Cristo, rey de paz, instaure en todas las sociedades humanas el suave y poderoso reinado de la nueva ley del amor. Roguemos al Señor.

― Por todos aquellos que, como Cristo, se encuentran abandonados y humillados, para que, unidos a su cruz salvadora, completen con sus sufrimientos lo que falta a la Pasión de Cristo. Roguemos al Señor.

― Para que el Señor siga fijando sus ojos en muchos niños y jóvenes de nuestras parroquias que, siguiendo la llamada al sacerdocio, continúen transmitiendo su mensaje de salvación y misericordia a los hombres de nuestro tiempo. Roguemos al Señor.

 ― Por nosotros, que nos disponemos a vivir estos días santos unidos a la cruz de Cristo, para que abramos nuestro corazón a su gracia y a su misericordia, y por la celebración de su Misterio Pascual, renueve en nosotros el don de la vida nueva de hijos de Dios. Roguemos al Señor.

Se pueden incluir alguna intención particular.



PADRE NUESTRO

Guía: Concluyamos nuestra oración como el Señor Jesús nos enseñó, quien llama Padre a quien nos creó y nos salvó:

Todos: Padre nuestro…

ORACIÓN FINAL

Guía: DIOS todopoderoso y eterno, que hiciste que nuestro Salvador se encarnase y soportara la cruz para que imitemos su ejemplo de humildad, concédenos, propicio, aprender las enseñanzas de la Pasión y participar de la resurrección gloriosa.

Por Jesucristo nuestro Señor.

 Todos: Amén.

 Guía: (mientras todos hacen la señal de la cruz)

El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.

Todos: Amén.

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