Cuando suenen las campanas esta
tarde al tiempo que se canta el “Gloria” habrá terminado la Cuaresma y
comenzado el TRIDUO PASCUAL. Lo que representa el domingo para la semana,
representa el TRIDUO para todo el año litúrgico.
La Pasión y Resurrección del Señor
se conmemora desde la Misa de esta tarde “Misa
de la cena del Señor”, hasta las Vísperas del Domingo de Resurrección. Este
PASO del Señor de este mundo al Padre, se celebra inseparablemente, como si se
tratase de Un SOLO DÍA. De hecho la Misa del Triduo es la de la Vigilia Pascual.
Para celebrar este PASO del Señor
la Iglesia observa desde la antigüedad el SAGRADO AYUNO DE LA PASCUA, el
Viernes y el Sábado, para romperlo en la Vigilia Pascual. No es un ayuno de
penitencia, sino un ayuno celebrativo. Como se conmemora la muerte del Señor
ayunando, se festeja su Resurrección comiendo. Comiendo su cuerpo y sangre en
la Eucaristía de la Vigilia.
La Misa de esta tarde, Jueves
Santo, se ha llenado de grandes motivos, la Institución de la Eucaristía, la institución
del Sacerdocio, el Mandamiento Nuevo...pero sobre todo, la Misa de la Cena del
Señor, que no tiene la significación de la de la Vigilia, es el Pórtico del
Triduo, el Gesto de la Entrega Plena que consumará en la cruz por nosotros.
Desde luego el Jueves Santo
contempla el gran regalo de la
Eucaristía de la que nos vemos privados esta Semana Santa. Que el deseo de
recibirla nos ayude a valorarla más.
Vuestro párroco, Juan
Sáez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario